Disfrutando con un juguetito (por Golosa)

El frío se había colado en nuestro viaje, invierno en Madrid... de todas maneras a mi me parecía un día lleno de luz y magia… 

Mi marido y yo salíamos de viaje destino aventura de fin de semana, libres y felices deambulando por la ciudad… Habíamos quedado con un amigo, y se hacía tarde, sonó el telefonillo del hotel… Un poco de maquillaje, un vestido sexy con escote de vértigo, tacones, labios rojo pasión y rímel en el ojo… Me encantaba coquetear con mi marido enseñándole mi lencería sexy totalmente transparente e insinuante… 

Esta vez para la ocasión elegí un traje completo de rejilla negra que resaltaba mis curvas… Bajamos en el ascensor, estábamos nerviosos y emocionados, nos encanta viajar juntos y elegir aventuras para cumplir nuestras fantasías sexuales. Son momentos especiales y secretos donde la complicidad y la pasión nos llevan mucho más allá de la rutina, y donde podemos ser traviesos y juguetones… 

Nuestro amigo nos esperaba en el aparcamiento envuelto en niebla, frío y morbo… lo llevamos a cenar y a dar un paseo para romper el hielo… 

Entramos en la habitación del hotel los tres juntos llenos de deseo y pensamientos impuros, mi marido estaba esperándome con la  mirada impaciente, muy caliente y cariñoso, poco a poco me ayudo a dejar entrever mi vestido sexy y con escote de vértigo y el calor llenó la estancia,... para la ocasión mi King y yo habíamos seleccionado un modelito muy atrevido, con un gran escote y a nuestro querido amigo le hizo mucha ilusión, al verlo sus ojos hicieron chiribitas… Las caricias y los besos nos ayudaron a romper el hielo, estábamos cada vez más cómodos…

Pude sentir la excitación evidente en mi King y nuestro amigo, sobre todo al ver mis pechos... aún estábamos un poquito tímidos… pero mi mente traviesa buscó en la mesita aceite de masaje y comencé a extenderlo por mis tetas acariciándolas insinuadamente,... Mi King invitó a juguetito a tocarlas y esto me encendió... sus manos rozaron mis pezones mientras me lamian con sus bocas…  Estaba súper excitada y con muchísimas ganas de enseñar todos los modelitos que me había preparado para el momento… Mi cuerpo estaba ansioso por las caricias de los dos. Me encanta ser acariciada por varias manos a la vez. Me relajé y me dejé llevar disfrutando del momento como si fuera una Diosa... me hace sentir poderosa y deseada la complicidad con mi marido en nuestras aventuras... En todo momento me siento adorada y protegida mientras disfruto de mi sexualidad.

Y llegamos así entre besos, caricias y masajes a mi momento preferido, comenzar a chuparles sus pollas duras y mojadas a la vez... Soy un  poco traviesa, y disfruto muchísimo con el sexo oral... 

Esta vez King me sorprendió cómo no hubiese imaginado. Cuando estaba distraída mamandosela a juguetito King cogió mi cabeza de manera suave pero con firmeza y me dijo: "Tragatela toda cariño". Esas palabras me encendieron, fueron la mecha que activo el punto sin retorno... Me la metí hasta la garganta... 

Nuestro amigo se puso tan caliente que sus gemidos me mostraron qué estaba a punto de darme toda su leche, así que colocó su polla sobre mis tetas mientras se desbordaba y mi King  se puso detrás de mí y me metió el rabo hasta el fondo lo que me gustó mucho. Esta fue la primera vez que recibía su polla a cuatro patas mientras hacía una mamada... Fue muy intenso y nos venimos los tres cómo una ola, uno a continuación del otro... 

Lo más bonito de estos encuentros es la complicidad que se genera, la unión con la pareja... se va cogiendo también cariño a la otra persona… 

Personalmente me sorprende lo fácil que es distinguir entre el amor y el sexo, cosa que yo creía que me iba a confundir bastante, pero hasta el día de hoy lo veo muy claro. Es cierto que hemos puesto unos límites muy definidos sobre lo que cada uno quiere y lo hablamos bastante...

Tras sentir el éxtasis los tres y con las endorfinas y serotonina por nuestros cuerpos exhaustos jugamos a tocarnos y masturbarnos los tres juntos en la cama... 

Al poco rato nuestro amigo se fue discretamente y nos dejó jugando a mi King y a mi. Estos juegos nos vuelven locos y nos ponen a mil, así que follamos cómo quinceañeros hasta quedarnos dormidos abrazados con nuestros cuerpos sudorosos y entrelazados, y así nos despertó el amanecer... por nuestra parte le giñamos un ojo y seguimos durmiendo… Soñando cuando, cómo, donde y con quién sería la próxima vez… 

Escrito por: Golosa

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